¡No otra vez! La forma Sonata Alegro
En mis cursos de música siempre me resisto a explicar la forma sonata alegro, no quiero aburrir con fórmulas que tienen más de 250 años (un cuarto de milenio), pero a la larga, es inevitable y termino explicándola.
¿Lo explico una vez más? Tengo en el oído izquierdo al ángel de John Cage diciendo “no vas a escribir acerca de la Forma Sonata”, y en el oído derecho lo tengo al ángel de Joseph Haydn diciendo “nada ha superado a la forma Sonata”.
La verdad es que es muy valioso saber cómo funciona. La aparición de la forma Sonata Alegro (forma Sonata, para abreviar, no confundir con la Sonata, un tipo de pieza musical) marca un cambio cualitativo en la manera de hacer música y es el paso del período barroco al clásico. La forma Sonata es una manera de ordenar las ideas musicales, una manera que no forma que no existía durante el período barroco.
Durante el mes de diciembre, en el Kit de Música y Creatividad estamos hablando de la importancia de las contradicciones, y es exactamente de eso de lo que trata la forma Sonata: es una forma de ordenar ideas musicales contradictorias, o contrastantes. Durante el período barroco los contrastes se daban entre diferentes piezas, a partir de la aparición de la forma Sonata, tenemos una manera de hacer que los contrastes sucedan dentro de la misma pieza.
El problema de la música:
Sí, la música tiene un problema que está relacionado con su condición de arte abstracto: los sonidos, materia prima de la música (incluyendo el silencio y el tiempo) son efímeros; suceden, pasan y se pierden. No queda nada. El compositor debe construir su obra con elementos que dejan de existir muy rápidamente ¿Cómo hace entonces? Bueno, lo más sencillo es repetirlos, para que el oyente pueda identificarlos como una unidad, y luego pueda fijarlos en su memoria. El problema es que el exceso de repetición, aburre. Entonces, el compositor evalúa que en determinado momento conviene empezar a hacer repeticiones un poco distintas, jugar a que las nuevas ideas se parezcan al original; a eso lo llamamos variaciones. Las variaciones son las ideas musicales similares (en mayor o menor grado) a la idea original. Con estos dos elementos, el compositor va a poder plantear una idea musical y luego, desarrollar variaciones a esa idea. Ahora, el compositor puede crear obras donde juegue con el grado de variación, desde muy similar a muy distinta, pero llega un momento en el que la idea musical es tan distinta que empieza a ser otra cosa. Cuando la idea empieza a ser otra cosa, es un contraste, o sea, una idea que se opone a la idea original. El grado de contraste también puede variar (mayor o menor). Comprendiendo la belleza del problema de la fugacidad del sonido, y conociendo estos tres procedimientos (Repetición, Variación y Contraste) podemos abordar la forma Sonata.
- Exposición
- Desarrollo
- Recapitulación
1) Durante la exposición se presentan los temas. En su forma más pura, habrá dos temas contrastantes, por ejemplo, en la Quinta Sinfonía de Beethoven tenemos un primer tema oscuro y fuerte y un segundo tema más suave y lírico. Puede haber cambio de modo (menor a mayor) y suele haber un cambio de contexto armónico (el primer tema en la tónica, el segundo en el quinto grado, el dominante). La exposición suele repetirse, para que los temas queden bien identificados, y sean recordados. La forma sonata es previa a la aparición de la grabación y la proliferación de versiones grabadas de las obras. Lo más común era asistir a un concierto sin haber escuchado la obra con anterioridad.
2) El desarrollo es el gran invento del clasicismo, el espacio en el que los dos temas van a ser modificados, pueden enfrentarse, pueden convivir en mejores o peores términos. Es el espacio en donde sucede la acción, en donde pasan cosas.
3) En la recapitulación tenemos la conclusión, el resultado del enfrentamiento. Los temas son repetidos, pero con algún cambio. Lo más usual era que el primer tema fuera repetido muy parecido a la versión de la exposición y que el segundo pasara de estar en el contexto del quinto grado (dominante) al del primero, el del primer tema, la tónica.
Sinfonía N5 en do menor, op. 67 (1808)
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Primer Movimiento
Exposición: 0:56 – 3:49
Exposición 1: 0:56 – 2:22
Repetición de la Exp: 2:22 – 3:49
Tema 1: 0:56 – 1:41
Tema 2: 1:41 – 2:22
Tema 1 (Repetición): 2:22 – 3:08
Tema 2 (Repetición): 3:08 – 3:49
Desarrollo: 3:49 – 5:11
Recapitulación: 5:12 – 6:48
Recapitulación: 5:12 – 6:49
Tema 1: 5:12 – 6:04
Tema 2: 6:04 – 6:49
A esta fórmula se le han hecho muchísimas variantes, desde presentar en la exposición sólo un tema a presentar 6 o 7; incluso desarrollarlos brevemente durante la exposición y luego presentar un nuevo tema para desarrollar en el desarrollo; cambiar el orden de los temas en la recapitulación; que en los conciertos el solista tenga un tema propio; que en la coda final aparezca un tema nuevo; que la exposición tenga temas que nunca serán desarrollados o siquiera repetidos; etc, etc. La fórmula ha sido estirada hasta donde la imaginación de los compositores ha deseado. El público ha seguido esas aventuras primero con mucho entusiasmo por las sorpresas, pero en algún punto con la frustración de no poder seguir el juego. Llega un momento en el que la fórmula queda irreconocible y, el oyente ya o es parte del juego, así que deja de disfrutarlo. Es un juego que tiene más de 250 años, y ya no es tan sencillo sorprender y divertir.
Más allá de los detalles, el poder de la forma Sonata es el espacio creativo que se abre al plantear un juego que identifica dos (o más) elementos (ideas musicales) contradictorios (contrastantes) y ver qué resulta de ese encuentro. Ahí está el poder, el atractivo, y la inmortalidad de la forma Sonata.