Diseño musical
Daddy I'm Fine de Sinéad O'Connor
Comienzo aquí una nueva sección, en la que vamos a analizar piezas musicales que tienen un valor extra, que tienen detalles que las hacen geniales. Los productores suelen trabajar en un plano que no es tan profundo. Afortunadamente hay excepciones. Es un trabajo conjunto de composición, producción e interpretación. Voy a comentar algunos detalles que convierten una gran pieza musical en algo genial.
Empezamos con Daddy I’m Fine, de Sinéad O’Connor, del disco Faith and Courage (2000), producida por Dave Stewart (gran productor, conocido por muchos por formar parte del dúo Eurythmics).
Daddy I’m Fine fue compuesta por Sinéad O’Connor y Dave Stewart.
Les aseguro que Daddy I’m Fine es genial. Escuchala una vez más antes de leer el análisis.
Los primeros cuatro compases de introducción (hasta los 12 segundos) funcionan planteando el universo sonoro. Tenemos un loop de percusión, acompañado por un patrón de bajo, sin variaciones. En un segundo plano aparecen algunos sonidos electrónicos. Por la ubicación espacial de los sonidos de la batería, (el hi-hat levemente a la izquierda, los toms de más agudo a la izquierda a más grave a la derecha, etc) se nos ubica donde como oyentes desde donde se sienta el baterista. Estamos en medio de la banda, somos parte de la banda de Sinéad. Es interesante una especie de sierra metálica rasposa que se escucha a los 11 segundos, justo antes de que comience la voz principal. Funciona como una transición, ensucia un poco, pero cuando se retire va a generar un espacio en el que va a entrar la voz.
En el quinto compás aparece la voz principal y, con ella, un arpegio de guitarra que oscila entre dos tonos. El loop de percusión y el bajo siguen sin cambios. Sinéad empieza cantando en el registro grave y pasará hacia el agudo más adelante. La voz está clara, nítida y natural, al frente, transmitiendo madurez.
En 0:36 aparece el primer cambio importante de la canción. El tema va creciendo de a poco y es aquí cuando entra la primera guitarra distorsionada. Lo hace del lado izquierdo e inmediatamente cambia el sonido del tambor, que pasa a ser más potente, con una cámara más grande que la del resto de la batería. Sinéad se está volviendo más rockera. También aparecen dos voces más, cantadas por Sinéad, una bien a la izquierda, la otra bien a la derecha. Mientras la voz central permanece en el registro grave, las laterales, están una octava más aguda. ¿Por qué aparecen ahora dos voces nuevas? Cumplen un importante rol estético: quedan bien. También hacen que la intensidad de la canción vaya creciendo. Lo más importante, y es pura especulación, tiene que ver con la narración: la voz central refleja la madurez del personaje que está contando su historia, mientras que las voces laterales están mostrando su lado emocional, esa energía que necesita ser liberada en algunos momentos decisivos de la vida. Creo que estos detalles transmiten algo que no está ni en la letra ni en la música, convierten una simple canción de rock en un drama operístico.
Y explota. 1:06. La batería pasa a tener el sonido y la estructura tradicional del rock pero duplicando el tempo. El bajo deja de ser dubitativo y se transforma en seguro, aplastante, repitiendo las tónicas (ostinato) mucho más rápido. Las guitarras nos envuelven con sus distorsiones. Pero lo más importante de todo es que las voces laterales ahora son las principales, suenan fuerte y agudas (de hecho ya no son sólo dos, son más, hay una nueva en el centro, por ejemplo); la voz central sigue siendo más grave, pero queda en segundo plano. Especulo que, en el drama de esta ópera, la parte madura del personaje es necesaria para darle sentido a la historia, pero lo que en realidad lo mueve, es su parte emocional, una emoción arrolladora.
La parte madura del personaje es necesaria para darle sentido a la historia, pero lo que en realidad lo mueve, es su parte emocional.
Y acá hay una genialidad (otra más). Como si todo esto fuera poco, y para que no nos olvidemos que estamos ante una nena que nació en Dublin Town, hay que escuchar con mucha atención, en el registro agudo: hay una flauta dulce. ¡Una flauta dulce soplada con fuerza, bien agudo, sonando sobre la banda de rock! La nena consiguió su banda de rock, pero no olvida sus raíces, que se escuchan en el aire a través de la flauta, con toda la fuerza de sus pulmones y toda la ira de su corazón.
Son apenas 14 segundos de furia, después de eso, es lógico que volvamos a recapacitar. Otra vez tenemos el loop inicial, ahora con el arpegio de guitarra.
En 1:25 comienza la segunda estrofa. La voz ya no comienza desde tan grave como antes, el personaje está cambiado, Sinéad está más segura, se anima al agudo desde el primer momento, tiene menos inhibiciones. La cámara de la voz es más grande que la de la primera estrofa, y eso nos ubican a Sinéad en un lugar más grande que en la primera estrofa.
En 1:42 segundos y vuelven las segundas voces, la guitarra distorsionada de la izquierda y el tambor con bastante cámara. En 1:54 vuelve a crecer la guitarra distorsionada. Empieza a haber un crescendo de percusión grave, generando tensión.
Chequeo auditivo: ¿pueden escuchar la pequeña melodía de flauta dulce en 2:05?
En 2:06 comienza la nueva transición para tomar aire. Esta vez la turbina crece durante los 2 compases, el loop de la base también está durante los dos compases; es una transición con más actividad.
Comienza el segundo estribillo en 2:13. Esta vez, Sinéad está desatada, el estribillo tiene tanta actividad como el anterior, pero es casi 3 veces más largo (dura unos 38 segundos). No hay estrofa final, la canción termina desde el estribillo, y lo hace de la manera más dulce, cuando ella le dice a su padre que lo ama.
Así, sin nada más, como agotada, termina la historia. Queda colgada una guitarra distorsionada porque no podemos ir directo al silencio (el silencio, en el contexto de un disco, es pasar a otra canción), antes necesitamos unos segundos de reflexión.
Repasen la música, mis observaciones, agreguen sus observaciones y compártanlas. Para mí, Daddy I’m Fine es una obra maestra. Ojalá les haya gustado.