¿Cómo ser más creativos?
¿Si sólo tuvieras un consejo para dar a alguien que quiere desarrollar su creatividad, qué le recomendarías?
Pensalo…
Dice Dmitri Shostakovich: “Admito que la las ideas no siempre llegan, pero, cuando estás teniendo un bloqueo, estoy totalmente en contra de caminar mirando al cielo, esperando que la inspiración te golpee. Tchaikovsky y Rimsky-Korsakov no se agradaban mutuamente, y coincidían en muy pocas cosas, pero en algo coincidían: tenías que escribir constantemente. Si no puedes escribir un trabajo importante, escribe cosas pequeñas. Si no puedes escribir nada, orquesta algo. Creo que Stravinsky pensaba lo mismo.”
Dmitri Shostakovich (1906-1975), en Testimonio, las memorias de Dmitri Shostakovich, como fueron relatadas a, y editadas por Solomon Volkov (1979)
La idea es simple: crear. Crear más de lo que estás creando. Después viene todo el resto. Es verdad que una razón detrás de este consejo es pura probabilística, a mayor producción, más chances de hacer algo que sea mejor, que resulte más creativo. También propiciamos algo muy importante: fomentamos el hábito de la divergencia, que podría definir como la acción de encontrar o generar soluciones nuevas o alternativas a nuestros desafíos. Al divergir (se dice divergir, no diverger) es fundamental entrenarnos para apagar nuestro aparato sensor, para que cualquier idea tenga la posibilidad de ser válida. Debemos ser capaces de tener en cuenta cualquier idea que se nos cruce. Al divergir creamos mucho, creamos sin parar, y no hacemos preguntas; exploramos, pero no juzgamos.
Ahora bien, es bueno hacer una aclaración: para crear, es fundamental la segunda etapa: la convergencia. Debemos converger, concentrar todos los esfuerzos en la mejor opción. Vamos a evaluar todas las ideas, las vamos a seleccionarlas y las convertiremos en algo nuevo: una obra, una idea que puede ser guardada para formar parte de otro momento, o lo que sea.
Dependiendo de cada perfil creativo, hay personas que les resulta más difícil la etapa de divergencia y otros a los que les cuesta converger. Lo cierto que ambas instancias son muy exigentes y nos dejan agotados. En la etapa de divergencia necesitamos exigir a la mente, porque sólo cuando está agotada es cuando empieza a encontrar ideas distintas y originales. Pero luego, la convergencia es muy importante, porque debemos ser muy metódicos y cuidadosos para poder darle forma a las ideas.
Romeo y Julieta (Obertura – Fantasía) (1869)
Peter Ilyich Tchaikovsky (1849-1893)
El método que a mí más me resulta es dividir las sesiones de trabajo en momentos para divergir. Escribo, dibujo, toco el piano, grabo, tomo notas, saco fotos, tomo notas de voz y cualquier cosa que sirva para registrar las ideas. Ojo, más allá de hacer todos estos registros en cualquier momento del día, me reservo momentos exclusivamente para generar ideas. Es la parte del proceso creativo que me sale más natural.
El momento de converger me resulta más arduo, pero hay que hacerlo. Hay que tomar las ideas, analizarlas, evaluarlas, relacionarlas y probarlas. Las mejores ideas se transformarán en obras, prototipos, o proyectos a desarrollar y llevar a cabo.
Asterisco
Sí, debo hacer un asterisco: hasta acá está todo muy ordenado, y podés probar organizar tu proceso creativo personal en base a estas dos etapas (que en realidad tienen sub-etapas y muchas herramientas), pero puede ser que todavía haya algo que te esté trabando. Por mi experiencia, te puede estar pasando algo que suele pasarme a mi y que veo en muchos casos: caes en desarrollar creaciones que están siempre en un proceso de mejora constante; pero a diferencia del estado “beta” típico del software que usamos en estos días (esas obras en mejora permanente), tus creaciones nunca salen a la luz. Podés pensar que sos un perfeccionista, que te está faltando algo o estás esperando que suceda algo externo que te habilite. Si sentís que el proceso creativo se dilata, te recomiendo que sigas leyendo el próximo artículo, creo que te va a ayudar a pensar tu creatividad de una manera distinta.