Salieri vs Mozart
Antonio Salieri (1750-1825) estudió y trabajó muchísimo. Se esforzó. Vivió una vida larga y prolífica.
Durante sus últimos años, sufrió severos problemas mentales, y durante algunos de sus ataques afirmaba haber matado a Mozart. Cuando la lucidez volvía, decía ¿dije eso? Obviamente que no maté a Mozart, es sólo que me estoy volviendo loco.
Salieri murió en un manicomio en 1825
En 1832 Alexander Pushkin publicó una pequeña obra de teatro llamada “Mozart y Salieri” en donde juega con la posibilidad de que Salieri hubiera matado a Mozart.
En 1984 aparece la película Amadeus, de Milos Forman. Uno debe hacer el esfuerzo de tener siempre presente que estamos conociendo a Mozart a través del recuerdo de un Salieri ya mayor, en un manicomio.
En la obra, Mozart es la pesadilla de cualquiera de nosotros, en cualquier ámbito. Lo vamos llevando; quiero decir, nos esforzamos mucho para obtener resultados aceptables. De vez en cuando hacemos algo bueno y nos sentimos orgullosos, pero, la verdad es que, la mayoría de las veces, nos cuestionamos si no estaremos tomando decisiones equivocadas desde hace muchos años (dedicarnos a algo más rentable, por ejemplo). Para peor, somos inseguros, pensamos que somos un fraude, creemos que somos impostores, que no tenemos derecho a crear.
Amadeus (1984)
Milos Forman
Y entonces, llega un mocoso, irreverente, consentido por reyes y princesas, pero que tiene un talento inigualable; le brota la creatividad como a uno le brotan los mocos. No necesitar esforzarse, todo en él fluye como si fuera lo más natural del mundo. Una persona así me pone en ridículo y saca a la superficie mis peores miedos.
Vamos a ser sinceros, en Amadeus, uno debe identificarse con Salieri, no con Mozart. Tal vez sea la música, tal vez sea por su simpatía, o haya algo más que se me escapa, pero uno se identifica con Mozart. No nos confundamos, somos Salieri, llenos de problemas e inseguridades.
Debemos saber algo, ese Mozart es quien nos gustaría ser, pero la verdad es que ese Mozart no existe.
Y lo voy a demostrar. Preparé un juego. Escuchá la obra y respondé quién es el compositor. ¿Salieri, o Mozart? Si la distancia entre ellos es tan grande como nos hicieron creer, no tendrás problemas en distinguirlos.
¿Los distinguiste? ¡Contame por favor!