House of Cards: el desenlace
El mes pasado propuse un ejercicio de escucha analítica usando la música con la que abre la serie House of Cards. La idea era que anotaras todos los elementos musicales que nos dan pistas acerca de lo que sucede en la serie. Si no lo hiciste, todavía estás a tiempo.
Voy a darles mi respuesta. Como siempre, no es la única respuesta posible. Si tienen más elementos para aportar, quiero conocerlos.
House of Cards Main Theme (2013) – Jeff Beal
- En los primeros 20 segundos tenemos muchísima información. Escuchamos unas cuerdas, un bajo, un tambor y una trompeta. Hay unas campanitas (“Chimes”), y un piano.
- Las cuerdas parecen generar una nube que está ocultando algo. El bajo es persistente, mecánico, obstinado (ostinato). Ya podemos notar cómo interactúan estas partes: el bajo va a avanzar sin importar lo que esté sucediendo, sin importar si hay claridad u oscuridad. Ya podemos deducir que la serie se desarrollará en un universo con cosas ocultas, incluso oscuras, y que habrá al menos un personaje que avanzará a pesar de cualquier obstáculo que se le presente.
- El tambor y la trompeta nos ubican en el espacio: estamos en Washington, sede del poder, con aires militares, con una fanfarria que no llega a ser, y un tambor marcial. Es muy probable que tengamos muertos en el cumplimiento del deber.
- La melodía del piano, como racimos de notas que caen, en diferentes lugares: ¿estamos hablando de títeres? Puede ser. El bajo, ya sabemos, no es ningún títere. ¿Será el titiritero?
- Hay una guitarra eléctrica, haciendo unos acordes distorsionados y largos, que se suman a la nube de confusión formada por las cuerdas.
- Escuchamos también un coro, solemne, dramático, trágico. El coro puede estar ubicándonos en una ópera y/o en una tragedia griega. En el primer caso, la ópera es drama, en el segundo, la tragedia griega nos habla de un destino que será inevitable y, a la vez, de la Grecia clásica, la cuna de la democracia. A esta altura empiezo a sospechar que la democracia no es como creemos.
- La percusión, si bien marca un tempo constante tiene un componente de imprevisibilidad, no sabemos bien qué elemento va a sonar. Por momento es más grave y profundo, por momentos suena algo más cercano a la madera, y también hay algunos elementos electrónicos. La percusión parece una batalla permanente por debajo de la superficie, que puede golpear más arriba o más profundo. Mientras tanto, las campanitas (chimes) marcan el paso del tiempo. Los platillos se deslizan den una escena a la otra, generando tensión.
- Hacia el final, hay unos violines agudos, que parecen emular los gritos de las víctimas. Los violines son clásicos por naturaleza, y el clasicismo es políticamente correcto. Estos violines (gritos) son desgarradores, pero en Washington guardamos las apariencias.