El futuro de la música: ¿cómo hacemos para vender más pianos (costosos)?
Los músicos tenemos una forma extraña de soñar. Es más o menos así: los pianistas aspiramos a tener, algún día, un piano Steinway & Sons. Es un instrumento tan costoso que incluso creemos que la única manera de conseguirlo es convirtiéndonos en un artista Steinway y que el piano nos lo regalen. Si llegara a pasar, a los 5 años querríamos cambiarlo, porque incluso los Steinway se van aflojando y el sonido se va deteriorando. El sueño comienza con el piano en el centro de la sala, después recordamos que sería muy lindo tener una casa que lo rodeara y nos protegiera a los dos.
En otro universo, está la gente que tiene mucho dinero (el conjunto de músicos y el conjunto de gente que tiene mucho dinero no tiene una intersección muy grande) y que tiene gustos costosos. Algunos de ellos, disfrutan mucho de la música, y podrían comprarse un instrumento muy bueno y muy caro que puede quedar muy bonito en el centro de su casa gigante. Pero claro, aunque uno tuviese muchísimo dinero ¿para qué gastarlo en un instrumento musical que ni siquiera puedo tocar?
Pese a que la intersección de los dos conjuntos (pianistas y gente con mucho dinero) es muy pequeña, Steinway & Sons vende los pianos suficientes como para ser una compañía muy exitosa. Aun así, como todas las empresas, se pregunta ¿cómo ser más exitosa? ¿cómo hacemos para vender más pianos (costosos)?
La alternativa es empezar a vender pianos que se toquen solos. Las pianolas existen desde hace un siglo, o más, según qué entendamos por pianolas. En general son pianos que se tocan solos, y los habrás visto en las películas de vaqueros, por ejemplo. El tema es que la calidad de una interpretación en una pianola es bastante pobre. Muchas marcas han desarrollado pianolas más o menos buenas, pero ninguna es digna de estar en un Steinway & Sons. Hasta ahora.
Hace unos meses apareció el Steinway Spririo, la pianola más sofisticada de la historia. ¿Por qué Spirio sería distinto a otras pianolas? Porque trabaja con un sistema de alta resolución que captura y reproduce con mucho más detalle que el usual protocolo MIDI de los instrumentos digitales. Spirio es capaz de grabar hasta el más mínimo detalle de una interpretación, así Steinway graba las interpretaciones de sus artistas en el mismo piano en el que luego será reproducido. Ahora, Yuja Wang graba una obra en un piano Spirio, con una calidad superior a todo lo conocido, y esa grabación queda disponible para que quien tenga el piano pueda disfrutarla como si ella estuviera presente, tocando el piano. En un punto, el piano se convirtió en un No Lugar, es un standard que es igual en cualquier lugar del mundo; y es un buen momento para usarlo.
Spirio viene con una extensa librería de obras disponibles para ser reproducidas desde un iPad con conexión a internet. Incluso han decodificado interpretaciones viejas, para poder tener versiones históricas de obras por grandes pianistas. En principio es una idea genial, inalcanzable para el conjunto A, los músicos, pero ideal para el conjunto B, gente con mucho dinero. Ahora te pueden invitar a un ágape en el que vas a escuchar tocar a Glenn Gould en un piano. Ya no vas a buscar un equipo de alta resolución para escuchar música de la mejor manera, ahora escuchás al músico directamente en el instrumento; o a su fantasma. Sin dudas, no hay nada como escuchar al instrumento sin intermediarios.
Steinway & Sons SPIRIO
Todo esto me parece muy interesante, pero mi espíritu detectivesco encontró algo sospechoso:
En la presentación del Spirio, Lang Lang dice que es una nueva era para el piano y que lo que suena es un 99% igual a lo que él tocó. ¿99%? Steinway me está vendiendo el 100%. Si dijo 99 tal vez pensó en 90, incluso 80 por ciento. ¿Qué está pasando acá?
Lang Lang acerca de Spirio
Mi teoría es que el intérprete, en su rol de intérprete, es irremplazable. El intérprete toma decisiones acerca de cómo tocar una obra durante el día en el que la va a tocar, en el lugar en el que la va a tocar, y durante la misma actuación. Va a depender de cómo se sienta, de cómo se escuche, de la acústica del lugar, etc. Cuando un pianista llega a la sala tres horas antes del show, y prueba sonido, está conociendo al instrumento, a la acústica del lugar, y trae consigo muchas cosas.
En resumen, por más que gastes 116 mil dólares, Yuja Wang no va a estar tocando para vos al 100%.
Con esta idea, en el CD tampoco estaría. Bueno, filosóficamente es distinto. Spirio es la obra interpretada por un pianista para vos en tu casa, la grabación de audio en CD o DVD o en el formato que sea, es un registro de un hecho sucedido en algún momento. Un registro es otra cosa. Tal vez no haya escapatoria, por más que compres un Spirio siempre vas a encontrar un registro.
Se me ocurre una alternativa para el futuro. Sigamos adelante con Spirio, es genial en un 99% según Lang Lang. En algunos años, Steinway desarrollará una Inteligencia Artificial que va codificar las interpretaciones de los grandes pianistas, va a reconocer patrones según sus estados de ánimo y según el contexto en el que tocan. Cuando esta nueva IA reconozca cómo modifican sus interpretaciones los grandes pianistas, vamos a poder escuchar muchas versiones sutilmente modificadas según el momento y el lugar donde se toquen. En unos años, los grandes teatros del mundo tendrán estos sistemas ultra complejos, humanos, sin personas.
A mí me parece que, si la música sigue el camino snob, elitista, vanidoso y deshumanizado, está perdida. Creo que hay que buscar maneras de darle vida a la música. Es así como vamos a compartir su belleza.